martes, 30 de junio de 2009

A la sombra de mi sombra....


Hay una canción de Extrexinato y tú, que dice: "A la sombra de mi sombra me estoy haciendo un sombrero; sombrero de largas pajas que recogí del suelo. Lo haré con el ala ancha, que casi llegue hasta el cielo pa' muchas veces no ver las cosas que ver no quiero..."Pues bien, no sé si con esa intención o con otra (opto por la segunda opción), mi primo me ha regalado este buen sombrero, que aunque no tenga grandes alas (pa´volar creo que no llegan), me pueden servir para tapar la visión de pequeñas cosas. Y como soy de pequeña altura, con mi sombrero, me ahorro el tener que mirar la cara tristona de mucha gente, las nubes grises y las partes altas de los edificios que se han ennegrecido con el tiempo. Esta noche me lo pongo, que hoy ha venido el día con cosillas de un color oscuro que prefiero no tener frente a la vista. Así que, puede que sea de las pocas personas que se ponen un sombrero para dormir... ojalá que los sueños me hagan espantarlo con la mano entre un sueño y otro... ya se verá.Buenas noches, duendecillos!


martes, 16 de junio de 2009

Viajes enriquecedores


He aquí el lugar que me ha dado cobijo durante 4 díitas. La carroza de caballos saltarines que nos ha guiado por caminos preciosos, donde algunos duendecillos se escondían. Ha sido un viaje repleto de experiencias, de momentos, personas, paisajes y sentimientos....A veces hay tantas cosas que decir y que contar, tantos sentimientos que el silencio se hace dueño de tus palabras.

La casita donde he estado viviendo está en venta por el duende que me ha acompañado:
http://www.segundamano.es/barcelona/furgon-mercedes-207/a15552504/?ca=8_s

Os dejo el link, por si alguno anda interesado. Es una maravilla!

viernes, 5 de junio de 2009

Las palabras recorridas


Hay veces en que salen de los labios sólo palabras ya escuchadas. Frases que oscilan en el espacio en forma de bucles bien formados, que se repiten una y otra vez.

Hay veces, en que las conversaciones se vuelven aplastantes y en que es necesario recurrir a un silencio que aporte cierta fluidez al momento.

Hay personas que con sólo su presencia nos hacen disfrutar, personas que te acompañan en un mismo lugar físico y con eso es más que suficiente. Pero el ser humano tiene (me mantengo al margen de situarme en una especie tan extraña) la "cualidad" de unir conceptos. Tiene asimilado el concepto de "pareja" en todos los campos existentes.

No vamos a centrarnos ahora en el campo personal, del que tanto hemos hablado y seguiremos hablando. La concepción de "pareja" que tenemos hoy en día, que nace en el terreno sexual-afectivo se extiende a todas las áreas que constituyen nuestra vida. No hay uno sin dos. No hay leche sin azúcar o cola-cao. No hay ginebra sin tónica, (y para los más osados que ahora mismo se estén sonriendo por tomar un trago a palo seco, siento deshacer vuestra sonrisa, pero no hay ginebra sin hielo, hielo sin vaso, vaso sin algún lugar donde ser posado, y en definitiva, no hay ginebra sin botella, botella sin tapón...). No existe casa sin tejado, cama sin almohada, bocado de pan sin ser mezclado con otro sabor. No hay planta sin tiesto, ni tiesto sin tierra. Y un largo etcétera que se me haría imposible de transcribir en una sola vida.
La individualidad está menos preciada. Y ésto se extiende al tema con el que empezaba el comienzo de mi escrito. No hay "cita sin palabras". Las palabras sin lugar a duda, es lo más maravilloso construído por el hombre, pero todo debe ceñirse a un molde estrecho en el que lo cocinado no se vuelva empachoso.

Las citas con palabras en demasía (como diría mi amiga Silvia), son citas empachosas. Después de algo así una vuelve a casa con una sensación de empalago, y dolor de estómago y de cabeza, tal y como se hubiera tomado un gintonic con botella y vaso incluídos.

El arte de la comunicación es darle una importancia vital al silencio. Aplaudirle pero no alentarle con palabras. Mantener al margen esas expresiones tantas veces ya sonadas y sobretodo, cuando una vuelve a casa, abrazarlo y quererlo, respetarlo unos minutos, al menos hasta la próxima cita.

martes, 2 de junio de 2009

Buscándolo...


Estoy buscando algo....no sé dónde lo he perdido. No sé el color que tiene, el aspecto, la textura, el olor. Pero sé que estaré desconcertada e incompleta si no lo encuentro.

Quiero cerrar los ojos y sentirlo cerca. Quiero que perdure el equilibrio que me proporciona la idea de encontrarlo. Quiero amarlo con fuerza cuando lo tenga, hasta que forme parte de mí.