Son los que mueven nuestras extremidades, cada pequeño ápice de nuestro cerebro, nuestros sueños... y en definitiva nuestra vida.
Hoy me siento como una marioneta a punto de salir a producir una obra para la que ni si quiera han pedido mi opinión.
¿También me toca acostumbrarme a ésto?
Foto: Taller de marionetas de Praga.
1 comentario:
Que bonitoooooo!!ohhhhh me encanta!!!
cuantos sitios mágicos hay en el mundo! te quiero.
Publicar un comentario