sábado, 3 de abril de 2010

Luces


Al llevar aquí algo más de un mes, buscaba las luces de mi ciudad de forma desesperada. Buscaba las montañas inexistentes, al mirar al horizonte , y no encontraba más que edificios perfectamente rectangulares. Perfectamente grises.

Buscaba la luz natural en los atardeceres, en los colores del cielo. Buscaba la riqueza de rojos y violetas, azules y naranjas que se filtran entre las nubes cuando el sol desaparece. Ansiaba con todo mi ser la luz artificial que viste las calles en nuestro país. Caminaba con miedo entre las calles de Varsovia, incapaz de distinguir el final de una avenida por la escasa iluminación.

Varsovia se me ha antojado triste y solitaria, aunque sus calles se llenaran de gente al amanecer. Su imagen se repetía en mi mente igual que una idea marchita y silenciosa. Un pensamiento quieto y de ojos tristes que no dejaba de observarme esperando algo de mí que no acertaba a encontrar.

Ahora, sin embargo me he acostumbrado a ella. Esta ciudad se está ciñendo a mí como los guantes que llevo usando desde 5 meses atrás. Puedo abrazarla con suavidad y no desaparece asustada. Nos estamos amoldando la una a la otra. Y puede que el aire y los colores de la primavera hayan ayudado. Puede que ayude el canto de nuevos pájaros que quita un poco de protagonismo al sonido incesante que producen los cuervos.

Esta ciudad se está convirtiendo. Los edificios grises no me parecen tan tristes. Puede que lo sigan siendo, pero me estoy acostumbrando a ellos.

Las esquinas deformes de muchas casas, de fachada maltratada por la historia, se presentan más bellas bajo esta luz cálida y blanca.

Varsovia ha cambiado... y lo diré con la boca pequeña, para que nadie crea que me estoy volviendo blanda, pero puede que la eche de menos cuando tenga que irme de aquí para no volver.


Disfrutad de este sábado de nubes y sol, de lluvias impares y de aire limpio.

Saludos, duendes.

1 comentario:

Abigail LT dijo...

Varsovia ya forma parte de ti.

Pero es Granada y soy yo las que te abrazaremos juntas a tu vuelta!!

Te quiero mi niña Lao!

muchos besos!