martes, 24 de enero de 2012

Lugares en los que estás. (Torremolinos, diciembre de 2011).


Y se mojó los pies, en pleno diciembre, sin mirar atrás. Porque él estaba dentro del mar, porque su reflejo estaba latente en cada ola, porque el frío no bastaba para echarla atrás. Y le sobraron las palabras que había pronunciado durante toda su vida, le recorrió una línea de frío y entusiasmo desde los pies hasta el pelo. 


Entró, obviando lo que había a su alrededor, empapándose en la humedad y las ganas. Y una vez dentro no sólo lo encontró a él, se encontró a sí misma, y buceó por entre sus recuerdos más felices, esos que no hacían daño, como si todo siempre hubiera sido bueno.

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