miércoles, 21 de marzo de 2012

Lluvias de primavera y partidas varias.


Los desayunos relajados y acompañados. Con tazas grandes de leche y algunas bandejas donde elegir. Me gustan las huídas que llevan al mar. Las que conducen a miradores grandes y a sábanas que tiemblan por ser ocupadas.



Me gusta la música en el coche, las gotitas llorando sobre el cristal. Y los libros que se acaban entre los rayos de luz naranja de una tarde más, en otro hogar.
Luego está el Albariño, las almejas son salsas deliciosas, el pan de pueblo gallego. Las monedas que se esconden entre rocas de una taberna y las risas que pinchan en la barriga. 




Los viajes sirven para sentir que estamos ahí, y que estamos bien. Por eso me gusta llegar y notar que aun estoy leyendo ese libro, que no terminó hace unos días. Recuerdo desayunos y miradas, ropa que huele a sal, y tu abrazo bajo la lluvia. Incesante lluvia de primavera.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hay que hacer más escapadas como esa. Tantas como sea posible. Porque alegran el corazón y nos llenan de buenos recuerdos los bolsillos.

Tq.

Abigail LT dijo...

Que bonito Lao...
que suerte tienes!

tq.

Anónimo dijo...

Qué alegría hadita, ver que sigues escribiendo de una forma MÁGICA. Yo este fin de semana he tenido otra de esas escapadas que te oxigenan el alma y ahora se está preparando una de las buenas para la semana que se aproxima.
¡Saludos a las hadas del taller!

Anónimo dijo...

Qué alegría hadita, ver que sigues escribiendo de una forma MÁGICA. Yo este fin de semana he tenido otra de esas escapadas que te oxigenan el alma y ahora se está preparando una de las buenas para la semana que se aproxima.
¡Saludos a las hadas del taller!